domingo, 21 de junio de 2009

Alas - Cuento publicado en la Revista Ave Fenix 2008

Había llegado a este mundo quien sabe de que forma nadie podía asegurar con certeza sobre su origen, algunos decían que provenía de las estrellas y que había llegado con un cometa, pero otros decían que venia del centro de la tierra y que había llegado a la superficie a través de un volcán olvidado en tierras lejanas y desconocidas y aunque nunca supieron de donde venia, todos conocieron la historia del niño con alas.
Todo comenzó según cuentan los sabios de la región, una mañana fría junto a las enormes puertas de la ciudad, los habitantes de la ciudad estaban sitiados por el hambre y el frío, las continuas heladas habían diezmado las cosechas y los animales sin pastura morían poco a poco, sin embargo esta ciudad estaba gobernada por hombres ambiciosos y de corazón duro que obligaban a los habitantes de la ciudad a pagar sus impuestos sin atrasos y sin ningún tipo de contemplación o indulgencia.
Esa mañana fría de invierno los habitantes de la ciudad desconocían que sus vidas y sus destinos iban a cambiar por completo y para siempre.
En las puertas de la ciudad se escucho un estruendo como el sonido de un trueno, como mil bombas estallando a la vez, pero lejos de encontrarse con destrucción, los habitantes de la ciudad se encontraron con las puertas abiertas de par en par y una frágil neblina disipándose, y de en medio de ella, como emergiendo de una nube se vislumbro la imagen de algo que parecía ser humano, acercándose hacia ellos, pero sus pies con apariencia humana no se movían, parecían flotar en el aire a centímetros del suelo y fue entonces cuando lo vieron por primera vez, sus ojos profundos y transparentes, tenia una mirada tierna y compasiva, sus cabellos dorados, sus ropas finísimas de telas nunca vistas y de su espalda se extendían dos enormes alas que se imponían contra la gravedad y en sus manos sujetaba un puñado de semillas que nadie había visto antes.
Todos estaban consternados por lo que estaban viendo, pero ninguno se atrevió a moverse, ni a emitir un solo sonido, lo único que se escucho por varios segundos fue el sonido de sus alas cortando el aire, y de pronto extendió sus manos dejando las semillas a la vista de todos y luego agitando las alas con gran fuerza creo un viento poderoso, pero que solo afectaba a las semillas y estas fueron desparramadas por cada uno de los campos de la región y estos campos , fueron otra vez fértiles y de estas semillas crecieron enormes árboles que daban un fruto que solo podía ser comido por los habitantes de esa ciudad, porque estos habían sufrido a causa del frío y el hambre, pero mas habían sufrido a manos de sus gobernantes, que lejos de haberlos protegido, los habían privado del fruto de su trabajo, de su dignidad y de todo conocimiento para progresar, porque temían que los habitantes tomaran conciencia de sí para sí. Pero cuando los habitantes comieron del fruto de los árboles que habían crecido de las semillas, sus ojos se abrieron y de sus espaldas crecieron enormes alas y sus cuerpos se tornaron fuertes como guerreros y todos comenzaron a agitar sus alas al mismo tiempo y remontaron vuelo y se paseaban alegres de aquí para allá y todos fueron llenos de conocimiento y sabiduría y el frío ya no los afectaba, entonces cuando los gobernantes escucharon esto se afligieron y pensaron: ¿ahora a quien gobernaremos? Y entonces uno de ellos, el mas ambicioso, tuvo una idea y les dijo a los otros gobernantes: vayamos a los campos y comamos también del fruto extraño, ya que los campos nos pertenecen junto con todos sus frutos, y cuando hayamos comido nos haremos como ellos y entonces volaremos mas alto que ellos y los gobernaremos desde las alturas, pero cuando ellos comieron del fruto de los árboles que crecieron de las semillas en vez de crecerles alas, sus espaldas se doblaron hasta quedarse encorvados y sus mentes se cerraron y perdieron el habla y nunca mas pudieron mirar hacia arriba, y todo lo que poseían fue tomado por los habitantes con alas y repartido entre las ciudades vecinas según sus necesidades, porque ellos solo necesitaban sus semillas, sus árboles, sus frutos y sus “alas”.
Y la ciudad se extendió por todo el valle, y fue conocida con el nombre de “Alas"। walter ।

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